martes, 31 de julio de 2012


Al fin cerre los ojos y crucé la tormenta,
a través de las formas y los colores.
A través de una conversación entre dos personas
donde solo hablaban sin parar,
sin escucharse,
dando paso al individualismo que tanto nos lastima,
pensando, seguro, que lo que cada uno dice
es mucho más interesante de lo que en realidad es.
Cerré los ojos y me escapé a descubrirme en mi propia conciencia,
quizás, porque no me interesa fingir interés en algo que sinceramente me parece una perdida de tiempo.
Me encantaría decirles ahora que ya no peleo por mantener los ojos cerrados,
que llegué al claro de mi conciencia
y me desarmé entero, para juntar mis pedazos y ordenarlos cada día como a mí me parezca correcto.

Hay tanta mierda en el mundo,
Los medios nos muestran tigres muriendo,
gente matando animales con sus propias manos,
desastres naturales,
hambre,
violencia,
Mierda,
Mierda,
Mierda,
y más mierda en cada una de las estupideces que escriben quienes consumen todo eso.
 Hace ya algunos años que me despierto con la misma sensación de ahogo,
de pensar que todo lo que necesito decir, ya fue dicho una y otra vez y nadie lo entendió entonces,
y nadie lo va a entender jamás.
Aun así, guardo mis secretos en el rincón más oscuro de mi conciencia,
para que los busque quien se crea capaz de hacerlo.
Hasta entonces, todo seguirá siendo tan horrible como se lo permitan.

miércoles, 18 de julio de 2012

Llegaré al cielo esta vez,
Con mi instrumento y mi gran sonrisa.
Llegaré solo, con los brazos abiertos
Para conocerlo todo,
lo nuevo,
lo que nunca fue mio,
y quizás, si tengo suerte,
lo que nunca será mio.
Juro que le voy a dar tantas vueltas al mundo como sea posible,
voy a cruzar los mares nadando si así tuviese que ser.
Solo espero que mi cuerpo entienda,
que mis piernas sean fuertes compañeras,
y que mi espalda tolere la carga
no solo del equipaje, sino el peso de la circunstancia.
Y si vuelvo alguna vez, con la mirada cansada,
entonces sabrán que no es tristeza lo que avisan mis parpados oscuros,
sino que fui tan feliz en este viaje, y en esta vida,
que simplemente decidí volver
y acomodarme, quien sabe hasta cuando,
donde tantas veces supe abrazar la calma de mis días.

miércoles, 27 de junio de 2012


Son las 2:28 am, del 12 de Junio del 2012
y escupo esto como puedo.
 No perdí el control de mí mismo,
Simplemente me gusta la vida que llevo.

Es cierto que aun no entiendo mi propósito en la vida,
por eso ando mis caminos con calma,
aprovechándolo todo,
aprendiendo,
regalando tantas sonrisas como pueda,
contagiándome de amores que no me pertenecen,
ni a mí, ni a nadie.
Y es que de eso debería tratarse el amor,
de compartirlo tanto como sea posible,
porque al final,
probablemente,
sea lo único que nos quede.  

Los indecisos se sientan en las mesas del medio
a preocuparse por sus vidas miserables.
no toleran el silencio,
porque los carcome su propia conciencia,
entonces miran todos los tipos de cafés que hay,
una y otra vez,
solo para mantener
su padecimiento controlado.
Mientras a mí me encanta
poner una canción de Ottis Reading
dos o tres lugares después de la que
está sonando en ese momento,
y acomodarme en la barra
a esperar que llegue,
porque cuando lo hace
todo se vuelve tanto más simple.

Complicidad.


A: Qué?
B: Que un día nos saquemos los ojos y nos miremos de afuera.
A: Claro, pero, y los espejos?
B: Claro, los espejos, no lo había pensado, o simplemente me gustaba la idea de sacarme los ojos y mirarme de afuera y deje pasar lo de los espejos.
A: Cuales espejos?
B: Vos dijiste espejos.
A: No. No era que nos íbamos a sacar los ojos y nos mirábamos de afuera?
B: Gracias. 

Ahora mismo, mientras intento entender
algunos textos de Bukowski,
debería estar vomitando esta resaca horrible
en el baño
agarrándome el alma para no vomitarla también.
Sin embargo encuentro una gran similitud
entre esa situación y los textos.
De hecho, puedo ver al viejo
tirado en el piso,
vomitando todo,
todo menos el alma.      

domingo, 27 de mayo de 2012

Barfly


Amaba ir al bar los jueves,
entonces, decidí también ir los miércoles,
hasta que el encanto se volvió gigante,
incontrolable,
Y entonces, decidí también ir los Domingos.
No así los viernes, ni tampoco los sabados,
Pero si los Domingos, me encantaban los Domingos.
 También había otros bares,
pero supongo que no era igual,
nunca era igual.
 A mi me gustaba ese,
y su gente, que fascinación sin remedio
la que sentía por esas personas
al verlos posar su alma en la barra.
Algunos, quizás, podrían haber sido grandes artistas,
otros simplemente estaban locos.
Y el resto, eran absolutamente intrascendentes,
esos también me gustaban,
me encantaba su cuenta pendiente con la vida,
su falta de creatividad, su soledad.
Definitivamente esos me gustaban.
 Espero que algún día, aunque sea uno o dos de ellos,
simplemente cierre los ojos, y entienda que a veces es mejor así.
  Ahora son las 1:19 pm del viernes,
y por suerte,
tengo una resaca horrible.

Será que llevo mi niño,
aún, de la mano,
y por eso no entiendo
del razonamiento natural
que supuestamente debemos entender.
O que me descubro cada día,
despertando azares.
 Será que no valoro tanto la mañana,
pero a veces, y solo en invierno,
me retuerce de amor el primer sol del día.
  Resumiendo, para quien busca y no puede ser feliz,
es hora de reflejarnos en la simpleza
de las cosas,
de disfrutarnos descalzos,
cantando a los gritos.
De disfrutarnos ,
en cada rincón oscuro del corazón,
en lo desconocido.
Es hora de permitirnos
a nosotros mismos,
el amor en cada cosa. 

lunes, 13 de febrero de 2012


Que consuelo la alegría del viento pegando en el mentón,

que premio al paso.

Y es tan gratis y tan simple la sensación de felicidad

recién alcanzada,

que no es para nada extraño vernos a veces,

llorando, con una sonrisa en el rostro.

viernes, 10 de febrero de 2012

Estamos locos porque nos importa la sonrisa.


Bueno, estamos locos.

Estamos locos porque nos importa la sonrisa,

La música, los libros.

Estamos locos porque nos importa la lluvia,

La tierra, los papeles en el piso.

Porque nos emociona

Una vieja de 91 años contando una historia de cuando era chica,

Y entendemos la mirada, las marcas en la piel, las manos llenas de vida.

Y quién nos juzga entonces?

Si estamos locos,

Si nos disfrazamos de payasos,

Si decidimos ser felices,

Ser artistas,

Si decidimos viajar para buscar lo que Buenos Aires

No guardó para nosotros.

Somos solo lo que queremos ser.

Nosotros, los locos,

los últimos corazones sensibles,

los que no tenemos ni sur, ni norte, ni nada.

Locos, siempre locos,


Pero felices.


jueves, 9 de febrero de 2012

La inocencia primero.


Que triste vida

Cuando se vive con el corazón en la mano,

Con la inocencia de chiquito,


La inocencia primero.


Que triste

cuando se aprende a sufrir

Y nadie te enseña

Y nadie te avisa


Cuando se aprende a llorar

Con la inocencia primero,


Que triste vida.