lunes, 31 de mayo de 2010


Un segundo antes de que Mayo se acabe,
pareciera que el invierno en Buenos Aires
éste año va a ser horrible y no quisiera
recibirlo sin ante dejar algunas cosas claras.
Me di cuenta, que si me arrancara el alma y me olvidara
que existe, últimamente, supongo que no notaría la diferencia.
Me di cuenta que tengo una sonrisa agradable pero que además
de eso aveces también debería ser sincera.
Y por último, me di cuenta tamabién que sobrevalorizo ciertas cosas
que claramente deberían importarme la mitad de lo que lo hacen.
Espero que éste invierno traiga tiempos de cambio para todos,
yo por mi parte guardo mis primaveras en un libro de Benedetti
y con eso me alcanza para extrañarte de vez en cuando, y sonreir
al fin con sinceridad.